La candidata de Vox a las últimas elecciones andaluzas y fugaz diputada autonómica en Sevilla, Macarena Olona, ha reaparecido en la esfera pública después de abandonar escaño y responsabilidades políticas por unos «problemas de salud», según anunció el pasado julio.
Apenas un mes después, la exdiputada ha acaparado fotos al iniciar el camino de Santiago con unas decenas de seguidores, ante los que ha asegurado que es «como un toro deseando salir a la plaza». Aunque afirma que no tiene intención en el corto plazo de volver a primera línea política, su iniciativa no parece haber gustado en el círculo que rodea al líder del partido de ultraderecha, donde algunas voces cuestionaron en su día la idoneidad de la apuesta de Olona para las cruciales elecciones andaluzas, que, finalmente, se saldó con un inesperado y escaso resultado.
Esas mismas voces apuntan al deseo de la, en tiempos, diputada estrella de Vox de haber sido designada senadora autonómica tras los comicios andaluces y a su supuesta presión hacia Abascal para conseguirlo. Ahora, su deliberado retorno a los focos mediáticos ha inquietado en el partido, donde intentan reubicarse tras el fiasco andaluz y los buenos datos del PP en las encuestas desde la llegada de Núñez Feijóo, a costa de los suyos.