N. D.
El Gobierno resiste, aunque la cuerda que une a la coalición está más tensa que nunca, sobre todo tras las discrepancias en torno a la ley del ‘sólo sí es sí’. El ministro Bolaños y la ministra Calviño siguen fuertes a la vera del presidente, Pedro Sánchez, mientras Díaz sube un puesto aupada por su actividad en todos los frentes, aunque ‘tocada’ en su papel de ‘mediadora’ entre el PSOE y Unidas Podemos. En lo económico, los bancos siguen a tope, baja el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, envuelto en la polémica de la marcha a Holanda de la compañía y también el de Globalia, Juan José Hidalgo, tras la venta de Air Europa a Iberia.
Los socios de Gobierno votaron el pasado martes por separado en el Congreso tras semanas de tensión por la ley del ‘sólo sí es sí’ horas antes de la celebración del 8-M. Una división que abunda en la que ya se ha hecho palpable en otros temas como la respuesta militar de Ucrania que, si bien no parece que vaya a romper el Gobierno, según nuestros analistas, si que está poniendo las cosas muy difíciles a todos los implicados y en el peor de los momentos. Las últimas encuestas electorales publicadas señalan que el PP sigue en cabeza, Vox se desinfla tras anunciar la moción de censura contra Pedro Sánchez, y el PSOE y Podemos resisten pese a sus broncas en el Gobierno. Un Gobierno en el que se fortalecen, a la vera de Sánchez, el ministro de la Presidencia, Felix Bolaños, encargado de la nueva Ley de paridad, y la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con una agenda repleta.
Rafael del Pino, envuelto en la polémica, por querer llevarse Ferrovial a Países Bajos
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también sube un puesto, muy bajo el foco mediático y con declaraciones sobre todo lo que se mueve, desde los precios de los alimentos al ‘asunto Ferrovial’, pero que nuestros analistas consideran perjudicada por la brecha que se ha abierto en el Gobierno de coalición y su fracasado papel de ‘mediadora’.
En lo económico, los bancos, que tras registrar récords en beneficios siguen enfrascados en su batalla contra el impuesto financiero del Gobierno, siguen en los primeros puestos, y destacan especialmente dos bajadas. Primero, la del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, tras su polémico anuncio de que cambiarán el domicilio social de la empresa a Países Bajos, lo que le ha costado un señor enfado del Ejecutivo que trabaja a toda prisa para ver si existe alguna opción legal para impedirlo. Y segundo, la del presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, tras la venta de Air Europa a Iberia, que andaba atascada desde hacía meses.