UGT ha celebrado esta semana su 43 Congreso Confederal, en el que Pepe Álvarez ha sido reelegido como secretario general. Álvarez explica a ‘El Siglo’ que “no vamos dejar el proceso de movilizaciones hasta que no se suba el salario mínimo”, una revisión que prevé que se aborde “de manera inmediata”. Como de manera inmediata también avisa sobre un primer acuerdo sobre pensiones que “derogue la reforma de las pensiones del Partido Popular y que, por tanto, restaure la revalorización automática anual, que derogue el factor de sostenibilidad”. Sobre la derogación de la reforma laboral del PP, subraya su confianza “en la capacidad de movilización de las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país. Ellos son quienes van a garantizar que se deroguen las leyes que tanto daño han hecho”.
¿Qué balance hace de su primer mandato al frente de UGT? ¿Cómo llega el sindicato a su Congreso Federal?
Es un balance que, en lo que hace referencia al trabajo del sindicato, es positivo. Aunque es un balance que se hace en un país en el que hemos tenido, durante estos cinco años, tres gobiernos, tres elecciones generales y una pandemia. Por tanto, con muchos proyectos iniciados, pero con mucho trabajo por realizar. En todo caso, estos cinco años nos han servido para que el sindicato tenga más presencia en la sociedad. Creo que hay una percepción más positiva de los ciudadanos en general hacia los sindicatos y, en particular, hacia UGT.
“El Gobierno va a acabar la legislatura, sin ningún lugar a dudas”
¿Cuáles son sus objetivos para los próximos cuatro años?
Desde la perspectiva interna, tenemos que acabar de consolidar el sindicato en el siglo XXI y en el momento que vivimos. Somos plenamente conscientes de que tenemos que acercar el sindicato a la sociedad, a los jóvenes, a las mujeres… Y en este sentido, no sólo vamos a tener que trabajar desde las empresas, sino también desde la sociedad, desde las asociaciones de vecinos, desde las asociaciones de padres, desde todos los lugares en los que haya personas que puedan oír y ver al sindicato… Si no, va a ser muy difícil que lleguemos a empresas más pequeñas, donde la actividad sindical se hace más difícil. Por otra parte, nosotros queremos ser actores, en primera línea, de este país nuevo que estamos empezando a construir a partir de la pandemia. Tenemos que hacer un país medioambientalmente mejor. No hay elección, si queremos tener un estado del bienestar, una sociedad justa, necesitamos un medioambiente en el que podamos vivir. Finalmente, el sindicato tiene que culminar el proceso de recuperación de derechos y libertades, tanto en los derechos laborales como en las libertades públicas. Hay que recordar que continúan vigentes las leyes que se aprobaron en la última crisis.
Una de las novedades principales de este congreso, por simbólica, es la inclusión del término “trabajadoras” en el nombre del sindicato.
El lenguaje es muy importante. No se trata de hacer nada que no hubiéramos hecho, porque este es un sindicato de trabajadoras y trabajadores desde su fundación. En 1917 ya tuvimos alguna mujer en la dirección del sindicato. Es muy importante que el lenguaje inclusivo, que forma parte del manual de trabajo diario del sindicato, también lo incluyamos en la definición del sindicato.
“No hay razones para no subir el SMI, toda Europa lo ha subido. Y no afecta negativamente a la economía, al contrario, porque habrá más recursos para poder gastar”
Yolanda Díaz insistía esta semana en el Congreso en que se derogará la reforma laboral del PP. ¿Lo ve factible? ¿Ve al Gobierno con voluntad de hacerlo?
He escuchado a la vicepresidenta tercera y al presidente del Gobierno y, con palabras diferentes, han venido a decir lo mismo. Hay que ir a un proceso de derogación que, en algunos casos, significará restituir las leyes que había anteriormente y, en otros, se sustituirá por acuerdos entre las partes o por algunas de las propuestas que se vayan poniendo encima de la mesa. A mí me parece que la sociedad tiene que ser consciente de que nunca nos han regalado nada. Yo confío en la capacidad de movilización de las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país. Ellos son quienes van a garantizar que se deroguen esas leyes que tanto daño han hecho. Tendremos así un país en el que no se pueda despedir sin causas, como ocurre en España, y donde la negociación colectiva sea un instrumento de reparto de la riqueza que se crea en las empresas. Estas cosas, que son normales en Francia o en Alemania, deben serlo también en España. Algunas dejaron de serlo a raíz de la reforma laboral del Partido Popular. Damos la bienvenida al posicionamiento del Gobierno, pero sabemos que la praxis se va a hacer sobre nuestras propias fuerzas.
La vicepresidenta Nadia Calviño ya dejó claro que no planea tomar medidas si no hay acuerdo en la mesa de diálogo social. ¿Equivale esto a otorgar derecho de veto a la patronal?
Tengo la absoluta seguridad de que nadie va a tener derecho de veto. Me importa muchísimo la opinión del presidente del Gobierno, de la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, y eso es con lo que nos tenemos que quedar. Me parece incluso razonable que en el Gobierno haya posiciones diferentes, pero repito: los trabajadores y trabajadoras tenemos que ser conscientes de que, para pasar del dicho al hecho, hay que trabajar y movilizarse.
Menciona esa capacidad de movilización de los trabajadores. ¿Contemplan una huelga general?
Eso es un tema que no hay que descartar nunca, pero en este momento no estamos en eso. Tenemos que salir de esta maldita pandemia y espero que tengamos un año de recuperación económica importante. A partir de ahí, espero que el Gobierno sea consciente de que tiene que cumplir. En algunos aspectos creo que va a cumplir antes del verano, sobre todo en lo que hace referencia a las pensiones. Me parece que este gobierno es suficientemente sensible para que, a partir de las movilizaciones y de que sienta el aliento de las trabajadoras y trabajadores, podamos negociar y acordar. Si no, iremos a las movilizaciones que sean necesarias.
«La actuación del Gobierno, en su conjunto, creo que ha sido positiva. De hecho, somos uno de los países de Europa que más ha avanzado, desde el punto de vista de la concertación, para salir de la pandemia»
¿Cómo valora la gestión de Yolanda Díaz al frente de Trabajo?
El trabajo del Ministerio de Trabajo y del conjunto del Gobierno está muy mediatizado por la pandemia. Hay que recordar que al mes de entrar a gobernar ya estábamos en pandemia. La actuación del Gobierno, en su conjunto, creo que ha sido positiva. De hecho, somos uno de los países de Europa que más ha avanzado, desde el punto de vista de la concertación, para salir de la pandemia.
¿Pude suponer algún cambio en el funcionamiento del Gobierno su llegada a la vicepresidencia en sustitución de Pablo Iglesias?
Conozco pocos detalles de cuál es el funcionamiento del Gobierno, pero que sea vicepresidenta y tenga, por tanto, oportunidad de despachar directamente con el presidente y que pueda poner en la agenda los temas que le preocupan más, que también son los que nos preocupan más a los sindicatos, puede ser positivo. Me da la sensación de que, desde el punto de vista mediático, tiene mucho interés la vida interna del Gobierno, pero yo soy de los que cree en la sociedad. Si la sociedad está organizada y responde, al Gobierno no le va a quedar más remedio que responder.
“Al Banco de España nadie le ha autorizado para que intervenga en los debates de la sociedad a partir de estudios que pagamos todos y que siempre son de parte”
¿Cómo llevan las conversaciones con José Luis Escrivá y su equipo para la reforma de las pensiones? El ministro aseguraba recientemente que el acuerdo es más o menos inminente.
Creo que el acuerdo será inminente. Espero que no pasen semanas antes de que lo tengamos cerrado. Es verdad que siempre hay altos y bajos, porque entre las interpretaciones que se hacen y los debates que no nos llevan a ningún sitio, parece que hay unas diferencias insalvables. Vamos a tener un primer acuerdo –no será todo el paquete de reformas sobre la Seguridad Social- que derogue la reforma de las pensiones del Partido Popular y que, por tanto, restaure la revalorización automática anual, que derogue el factor de sostenibilidad y que dé continuidad y mejora al actual sistema de prejubilaciones, premiando las largas carreras de cotización. Tendremos el primer acuerdo trascendente de derogación de las reformas que se hicieron en la legislatura anterior.
¿Es el momento de subir el SMI? ¿O ya asume que no se revisará hasta el año que viene?
El Salario Mínimo Interprofesional se va a subir este año, sin ningún lugar a dudas. Es más, yo creo que se va a subir de manera inmediata, no tanto como las pensiones, pero… No vamos dejar el proceso de movilizaciones hasta que no se suba el salario mínimo. No hay razones para no subirlo, toda Europa lo ha subido, incluido Portugal, Francia o Alemania, y no afecta negativamente a la economía, al contrario, porque habrá más recursos para poder gastar. Creo que es la única manera que tiene el Gobierno de cumplir con el compromiso que tiene con la sociedad y con nosotros de que en 2023 el Salario Mínimo Interprofesional será el 60% del salario medio. Eso es lo que dice la Carta Social Europea. Por tanto, hablamos de un salario mínimo de 1.200 euros. Subir 250 euros en dos veces se me hace muy difícil, habrá que hacerlo en tres. Este año tiene que subir y espero que lo haga de forma inmediata.
El Banco de España proponía la semana pasada rebajar el coste del despido e implantar la mochila austriaca. ¿Cómo valora este pronunciamiento?
Me parece que las opiniones del Banco de España en esta materia, si no fuera porque esos estudios los pagamos todos, tendrían el mismo crédito que el de cualquier ciudadano que tiene opinión. Al Banco de España nadie le ha autorizado para que intervenga en los debates de la sociedad a partir de estudios que pagamos todos y que siempre son de parte. Porque hasta ahora no he escuchado al Banco de España hacer un comentario que beneficie a la mayoría de las españolas y los españoles, siempre es a una élite. Sería bueno que cumpliera con sus obligaciones como banco emisor que es, controlando a las entidades financieras. No lo han hecho muy bien, porque el 60% de la deuda que tiene España es consecuencia de su mala gestión supervisando las cajas de ahorro. Ya está bien, están para dar pocas lecciones y para escuchar mucho. Puede llegar un momento que los ciudadanos y ciudadanas nos hartemos del Banco de España y sus directivos, de que nos cuesten lo que nos cuestan para irrumpir en los debates del país intentando meter goles a la mayoría de los ciudadanos y las ciudadanas.
¿La victoria del PP en las elecciones madrileñas abre un cambio de ciclo en la política española? ¿El Gobierno conseguirá agotar la legislatura?
El Gobierno va a acabar la legislatura, sin ningún lugar a dudas. Me parece que hay suficientes proyectos para que el Gobierno acabe este proceso que ha iniciado. Sobre todo a partir de la inversión de los fondos de reconstrucción. Las elecciones de Madrid hay que valorarlas en el contexto en el que se han celebrado.