L.M.
Con la salida de Junts del Govern de Cataluña, el pasado viernes, el presidente Pere Aragonès da comienzo a una nueva etapa de su mandato en la que su partido, Esquerra Republicana, gobernará en solitario.
Tan solo dos días después de la ruptura de la coalición de Junts y Esquerra, Aragonès anunciaba a los nuevos ‘consellers’ que forman ya parte del Ejecutivo catalán. Algunos de ellos son antiguos dirigentes del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Convergència i Unió y Podem, como Joaquím Nadal, Carles Campuzano o Gemma Ubasart.
Las reacciones ante la estrategia de Aragonès no han tardado en llegar. Laura Borràs, presidenta de Junts, publicaba en Twitter, que el nuevo gobierno “no tiene legitimidad política ni democrática”. Su compañero de partido Jordi Turull también ha mostrado su disconformidad con el nuevo Ejecutivo e insiste en que Aragonès se someta a una cuestión de confianza.
Con este nuevo gobierno formado íntegramente por Esquerra, que tan solo dispone de 33 escaños de los 135 del Parlament, Aragonès estrena etapa en su legislatura, en la que pretende apoyarse en distintos grupos parlamentarios para aprobar Presupuestos y conseguir culminar el mandato.