El principal grupo de comunicación español está al borde de quedar controlado por la francesa Vivendi. Nueve meses después de aterrizar en la editora de El País, Vivendi ha pedido autorización al Gobierno -concretamente a la subdirección general de Inversiones Exteriores del Ministerio de Industria- para comprar acciones de Prisa hasta llegar al 29,9% de su capital, el máximo legal para no estar obligada a lanzar una Opa por todo el grupo. Este trámite es obligado para cualquier empresa extranjera que quiera comprar más del 10% de una compañía estratégica que cotice en bolsa, según la ley aprobada en marzo del 2020 por el Gobierno y prorrogada el pasado mes de junio. Además, Vivendi -propietaria de Canal +- no tiene intención de adquirir ese porcentaje comprándoselo a otros accionistas, sino que tiene intención de acudir el mercado. Actualmente, Vivendi posee el 9,9%, adquirido al HSBC.
Entre los principales accionistas de Prisa también están: Amber Capital (29,8%), Telefónica (9,4%); Rucandio, la sociedad de la familia Polanco (7,6%); el qatarí Jalid Thani Abdulá Al Thani (5,1%); y el mexicano Roberto Alcántara (5%). Con participaciones en torno al 4% aparecen Inverosas del Carso, el vehículo del magnate mexicano Carlos Slim, el Banco Santander o el empresario mexicano Carlos Fernández González.
El movimiento refuerza al presidente de Prisa, el franco-armenio Joseph Oughourlian, que desde el puesto de mando del fondo Amber Capital ha hecho valer su posición para, primero, sacar a Juan Luis Cebrián de la gestión del grupo y, después, asumir él mismo el timón. Por extensión, también refuerza el giro editorial del grupo en los últimos tiempos, que se ha acercado a Moncloa con movimientos como el de colocar a la periodista Pepa Bueno al frente de El País.
No es el primer negocio en el que colaboran Oughourlian y Vivendi, ya que recientemente el presidente de Prisa le vendió al grupo el 18% de la editorial Lagardère por 610 millones.