Lucía Marrero
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado este miércoles la “movilización parcial” de 300.000 reservistas para hacer frente al avance de las tropas de Zelenski. Lo ha hecho en un discurso que ha durado siete minutos en el que también ha apoyado las votaciones con las que las regiones del Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón pretenden unirse a Rusia. Estos referéndums han sido declarados como ilegítimos por la Comunidad Internacional que se ha reunido en la 77º Asamblea General de la ONU en Nueva York.
El mandatario ruso ha aprovechado también para criticar el apoyo que Occidente ha prestado a Ucrania desde que comenzó la guerra, a través de armas y dinero. El anuncio de este decreto se ha dado en un contexto en el que el jefe del Kremlin recibe presión interna ante la situación del ejército ruso en la guerra, que se ha visto obligado a retirarse de determinados territorios ante el avance de Ucrania y que recibe críticas por contar con pocos soldados.
Una vez terminada su intervención, se han agotado los vuelos para salir del país. Los países a los que se dirigen estos vuelos, que carecen de escalas, son Turquía y Armenia, territorios que permiten la entrada de rusos sin necesidad de presentar un visado.
Por el contrario, Lituania, país fronterizo con Rusia, no concede visados a los turistas rusos desde principios de semana y, tras el anuncio de Putin, ha declarado que tampoco otorgará permisos humanitarios a los ciudadanos rusos.
Tampoco se han hecho esperar las críticas de miles de rusos, que se han manifestado en las grandes ciudades del país, para mostrar su desacuerdo con la decisión del mandatario a pesar de las amenazas de la Fiscalía. Más de 700 personas han sido detenidas ya por las autoridades por participar en manifestaciones contra las decisiones del presidente ruso.
Por su parte, Zelenski ha aclarado que el anuncio de Putin no frenará la contraofensiva ucrania.