J.Q.
En un año marcado por el alza del precio del crudo, Repsol obtuvo un beneficio neto de 4.251 millones de euros. Esto supone un incremento del 70% respecto al año previo. Esto ha facilitado una reducción de la deuda de la empresa del 61%. Repsol también ha anunciado un aumento del 11% en la remuneración a sus accionistas.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de la entidad, no ha querido dejar pasar la oportunidad durante la presentación de las cuentas de referirse al impuesto gravatorio aprobado por el Ejecutivo del 1,2% de las ventas de las energéticas. “Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española”, ha opinado el CEO.
Respecto a la transición energética, Imaz ha apuntado que para él debería ser “menos ideológica y más tecnológica”. “En Europa somos altamente dependientes de las importaciones porque los reguladores han preferido olvidar la necesidad de invertir en petróleo y gas y, también, en capacidad de refino”, ha añadido.
Por otro lado, el sueldo de Imaz aumentó un 3,5% en 2022 respecto al año anterior, ascendiendo a los 4.13 millones de euros. El presidente no ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, también vio incrementada su remuneración hasta los 2,81 millones de euros.