
Julio Rodríguez López
El levantamiento del estado de alarma ha dado paso a una recuperación de numerosas actividades desde la segunda quincena de junio. A pesar de dicha circunstancia todo apunta a que el conjunto de la actividad, medida por la evolución del PIB, habrá sufrido un intenso descenso en el segundo trimestre de 2020. En dicho periodo se ha vivido lo que el Banco de Pagos Internacionales de Basilea ha denominado un “stop global repentino”.
El conjunto del sector de la construcción ha sufrido un retroceso superior al correspondiente al conjunto de la economía. Mientras que el descenso interanual del PIB fue el 4,1% en el primer trimestre de 2020, la construcción descendió en el mismo periodo en un 8,6%.La evolución de los indicadores del mercado de vivienda ha tenido un acentuado perfil bajista.
Al levantarse el estado de alarma han proliferado las propuestas de recuperación de la economía. Es frecuente que se pretenda apoyar tal recuperación en el subsector de la construcción residencial. Destaca sobre todo la mayor ambición que presenta el plan presentado por la Comunidad de Madrid. En este plan no hay previsiones relativas al comportamiento de la demanda, dando así la impresión de que existe una demanda infinita de viviendas en la Comunidad de Madrid.
Según la estadística del Consejo General del Notariado, mientras que las compraventas de viviendas se situaron en niveles superiores a las 40.000 viviendas al mes en enero-febrero, en abril de 2020 dichas ventas se aproximaron a las 14.500. El descenso interanual de las ventas, según la misma fuente, fue el 71,3%, El número de préstamos hipotecarios formalizados disminuyó en un 57,2%.Las viviendas iniciadas descendieron en marzo de 2020 en un 9.5% sobre el mismo mes del año precedente.
La incapacidad de la oferta del alquiler para absorber la demanda afecta negativamente al mercado de trabajo, reduciendo la movilidad de los que buscan empleo.
Como ha indicado el Banco de España en un reciente trabajo, en el mercado del alquiler la incapacidad de la oferta para absorber un incremento rápido de la demanda afecta negativamente al mercado de trabajo, reduciendo la movilidad de los que buscan empleo. El aumento de los alquileres reduce la capacidad de consumo de los hogares y afecta negativamente a la tasa de fertilidad de la población, pues alarga el momento de la emancipación del hogar familiar (Banco de España, “El mercado de la vivienda en España entre 2014 y 2019”, Documentos Ocasionales, nº 2013, 2020).
Pero los planes de vivienda que se presentan, como es el caso del divulgado por la Comunidad de Madrid (Comunidad de Madrid, Consejería de Vivienda, “Pacto Regional de la Vivienda”, Junio 2020) resultan lejanos respecto de las necesidades presentes de vivienda para alojar a los hogares con menos recursos. Además de propugnar un descenso de toda la fiscalidad asociada con el mercado de vivienda, en dicho documento se defiende la entrega de suelo público a los promotores para la construcción indiscriminada de viviendas.
Se defienden programas similares al establecido por el gobierno conservador británico de “ayuda a la compra” (“help to buy”). Según dicho programa en los préstamos para la compra de vivienda se elevaría la relación préstamo/valor hasta un 95% y el ICO avalaría al comprador de viviendas por una cuantía del 20%. También se contempla que el aval lo aporte otra entidad privada especializada.
En el Reino Unido se ha podido comprobar que un tercio de los préstamos concedidos por el gobierno dentro del programa citado fue a parar a personas que no necesitaban tales ayudas para comprar una vivienda, a la vista del nivel de ingresos familiares de tales compradores. Se ha observado asimismo que el programa citado ha contribuido a provocar mayores elevaciones en los precios de venta de las viviendas, aumento estimulado por la mayor demanda.
Según el Banco de España, “las políticas de vivienda que parecen mas efectivas son aquellas que incrementan de manera estable la oferta de viviendas en arrendamiento a disposición de los colectivos más vulnerables” (Banco de España, op.cit.). Según la Encuesta Continua de Hogares, entre 2013 y 2019 se creó en España una media anual de 68.000 hogares. En la Comunidad de Madrid el ritmo medio anual fue de algo menos de 19.300 hogares. Los programas de vivienda deben de tener en cuenta el ritmo de aumento de la población y, sobre todo, el ritmo de creación de hogares. Los responsables del plan de vivienda de Madrid deberían tener en cuenta esta información para asi no construir en el vacío.
Vocal del Consejo Superior de Estadística y miembro de Economistas frente a la Crisis