La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha pedido este jueves «prudencia» a la hora de valorar la escalada del precio de la luz hasta que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emita su evaluación sobre lo ocurrido en los últimos días. Eso sí ante la polémica suscitada, incluso dentro del propio Gobierno, se ha abierto a la posibilidad de explorar «mecanismos colchón» para mitigar los picos altos en el precio.
Ribera, en declaraciones a RNE, ha descartado por su complejidad para encajar en el mercado que existe en la UE el aplicar precios fijos para determinadas energías, como la hidráulica y nuclear. La ministra no se ha extendido en esos “mecanismos colchón” que está estudiando el Ejecutivo. Eso sí, Ribera ha insistido en que cualquier medida que se adopte en ese sentido tiene que ser «sólida» desde el punto de vista jurídico, de confianza para los inversores y actores energéticos y para los consumidores.
Preguntada por si el Gobierno estaría dispuesto a rebajar el IVA de la luz a los consumidores más vulnerables, la vicepresidenta ha señalado que está trabajando en la definición de cuál es el consumo mínimo vital de cada uno de los hogares en dos suministros que se consideran «absolutamente claves» para el bienestar de los hogares: la energía y el agua. Una vez identificado dicho consumo mínimo vital, ha explicado, «se puede plantear» si ese tramo merece un tratamiento fiscal diferente o si, por el contrario, se busca un «mecanismo de compensación de apoyo automático extraordinario».