Desde el 35 congreso del PSOE hasta hoy han pasado más de 20 años y varias vidas políticas de Rosa Díez. Entonces presentaba candidatura a la secretaría general socialista, que un desconocido José Luis Rodríguez Zapatero ganaba por nueve votos al barón José Bono dejando a la política vasca una exigua representación del 6,55% de los votos. Hoy es la musa de una derecha que ha recibido con los brazos abiertos a una renegada convencida.
Nunca digirió bien aquella experiencia congresual y, tras montar su propio partido y dejarlo morir porque fue incapaz de encajar la irrupción de Ciudadanos, se fue arrimando al PP a golpe de tuit incendiario contra el hoy líder de Ferraz.
Ahora ha reunido todas sus ‘reflexiones’ en un libro titulado La demolición. La gran traición de Pedro Sánchez a la democracia (La Esfera de los Libros). Díez, que no ha querido permanecer ajena al clima de crispación alimentado desde la política y sus aledaños, promete “un alegato contra la indiferencia, en una apelación a favor de la resistencia y de la acción en defensa de lo común”.
La fundadora de UPyD asegura aportar “todos los datos que demuestran la gran traición de Pedro Sánchez a la democracia española y sus consecuencias para el futuro de todos los españoles”. El presidente del Gobierno, añade la exmilitante socialista, “nos está robando nuestros derechos de ciudadanía” en una maniobra “propia de cualquier gobierno totalitario”, escribe Díez, que acusa a José Luis Rodríguez Zapatero -la herida aún escuece- de ser el origen de esa “estrategia de desmantelamiento del Estado que Sánchez ha rematado”.
Y así, todo. No hay descalificación que no le venga bien para referirse a “la historia de una saga de socialistas que, borrachos de ambición y cargados de un resentimiento alimentado por su mediocridad, han traicionado los valores democráticos y han tirado por la borda la historia más decente de su propio partido”. Sánchez, “con una personalidad psicopática de libro, quiere ser un caudillo”. “Su gobierno es legítimo de origen, pero ilegítimo de ejercicio”. Casi nada.