L. M.
Tras más de 200 días de guerra, la ventaja de los militares ucranianos sobre los rusos en la región de Járkov, al este del país, ha provocado la retirada de estos últimos al Donetsk, territorio reconocido como República Popular independiente por Vladimir Putin el pasado mes de febrero, acto que derivaría en la invasión rusa de Ucrania y con el que se daría comienzo a la guerra.
En este contexto, han surgido las primeras divisiones entre políticos rusos desde que comenzara el conflicto. Por un lado, hay quienes piden la dimisión del dirigente ruso; mientras que, por otro, el Partido Comunista ruso reclama al presidente la movilización total del ejército para poder ganar la guerra.
Esta larga contienda amenaza con enquistarse y prolongarse de manera impredecible. Ambas partes se emplazaron a dialogar al comienzo de las hostilidades pero actualmente no se ven condiciones para ello y los dos ejércitos luchan por el terrtorio. Tras el inesperado avance de las tropas de Zelenski, el Kremlin ha reaccionado a la contraofensiva ucraniana declarando que suponen el “prólogo de la Tercera Guerra Mundial”.
Mientras Rusia toma una decisión sobre como actuar y Putin pierde apoyos por primera vez en su país, las tropas ucranianas han ido recuperando zonas del este del país, zona clave de este conflicto, que habían sido invadidos por el ejército ruso.