
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
Los golpes de efecto son claves en política. Y el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez no iba a permitirse no mostrar alguno en sus primeros pasos. Además de las anunciadas subidas de las pensiones y del sueldo de los funcionarios, prerrogativa gubernamental ejercida en los dos primeros Consejos de Ministros, Sánchez ha querido que la subida del Salario Mínimo Interprofesional, otra de las estrellas de su programa pactado con Iglesias, naciese de la Mesa de Diálogo Social, donde se sientan empresarios y sindicatos.
La cantidad acordada, un 5,5 por ciento de incremento para pasar de los 900 a los 950 euros mensuales, supone, porcentualmente, más del doble de la subida media de los salarios aunque, en cifra absoluta, sea la mitad de los 100 que la ministra Díaz perseguía. Todos han cedido. “No nos gusta, pero es mejor que 1.000”, ha dicho el presidente de Cepyme, Gerardo Cuevas.
Primera reunión del Gobierno con sindicatos y patronal… y primer acuerdo. La foto de la pactada subida del SMI lanza un potente mensaje: ni los empresarios ven al Ejecutivo de coalición como al diablo, ni Unidas Podemos es el socio radical e inflexible que algunos quisieran. ¡Bienvenida la negociación al nuevo escenario político!
La foto de la ministra de mayor peso político de Unidas Podemos con los líderes de CEOE, Cepyme, UGT y CC OO, sólo unos pocos días después de la formación del Gobierno y anunciando semejante acuerdo tras una única reunión, dice mucho más de lo que contiene: que la negociación y el pacto se abren paso en esta legislatura convulsa y que las mesas de diálogo dan sus frutos. Justo lo que Sánchez e Iglesias pretendían.
La supuesta facilidad con la que CEOE ha aceptado el acuerdo esconde semanas de discretos contactos entre Pablo Iglesias y Antonio Garamendi, el presidente de CEOE, desde antes de la investidura y con el ‘permiso’ de Pedro Sánchez, según ha trascendido estos días. Los empresarios parecen no demonizar, pues, al Gobierno de coalición socialcomunista al que la derecha política adjudica todos los males habidos y por venir a España. Y los dos socios de este insólito Ejecutivo parecen, a su vez, estar aprendiendo a marchas forzadas las bondades de la discreción y la confianza en su gestión de gobierno.
Mientras Yolanda Díaz sonreía a los fotógrafos, mostrando este primer ‘trofeo’ de su ministerio, el presidente Sánchez exhibía su particular sonrisa en la fría Davos después de verse con la cúpula de los inversores globales. El jefe internacional de Morgan Stanley, Frank Petitgas, le acababa de decir que “le compraban” la seriedad y fiabilidad de su Gobierno que les había ido a ‘vender’ pese a los ‘radicales’ socios con los que se había aliado.
Quedan muchas más mesas por poner y aún más diálogos que abordar. Y no serán, ni de lejos, tan plácidas como la que ha alumbrado el nuevo SMI. Pero ya sabemos algo: el mundo empresarial y económico parece tener menos miedo a esta legislatura que los escaños de la oposición.
Periodista y directora de El Siglo desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas Cambio 16 y El Nuevo Lunes y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.