Alicia Monteagudo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha conseguido la quinta prórroga del estado de alarma esta semana en el Congreso con menos apoyos y más críticas que en las otras cuatro anteriores ocasiones, tanto de la oposición como de parte de sus aliados parlamentarios, que le recriminan el pacto con Ciudadanos. La votación en el Congreso del pasado miércoles se saldó con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV y algunas fuerzas minoritarias. Mientras que PP, Vox, ERC, JxCat, CUP o Foro se han mantenido en el ‘no’ que habían anunciado, al que se ha unido, en esta ocasión, Compromís.
Con el ‘no’ de Compromís, ya son dos, junto a ERC, los grupos políticos que apoyaron la investidura de Sánchez que no defienden la prórroga del estado de alarma. Volver a contar con el apoyo de la formación de Inés Arrimadas ha provocado los reproches de Gabriel Rufián a Sánchez por haber elegido a la “derecha” como aliado, en vez de negociar con ERC. A estas críticas se unen las del líder de Compromís, Joan Baldoví, quien recrimina al Ejecutivo que «han sido capaces de llegar a acuerdos con quienes le niegan el pan y la sal y blanquean la extrema derecha y son incapaces de negociar con quienes les llevaron ahí y apoyaron todos sus decretos».
Rufián deja ver con sus declaraciones que el bloque que dio el poder a Sánchez empieza a romperse al manifestar en el Congreso que «estamos literalmente llevándonos por delante el espíritu de la investidura, que despertó muchísima ilusión en mucha gente, que era palanca para el progresismo” y preguntarse que “si no somos capaces de ponernos de acuerdo en una pandemia mundial, ¿cómo lo vamos a hacer en unos Presupuestos?»
La nueva prórroga no será de un mes, como pretendía el Ejecutivo, sino de otros 15 días, por lo que el estado de alarma se alargará sólo hasta el 7 de junio. Este cambio de planes era necesario para mantener el apoyo de Ciudadanos. El presidente del Gobierno, en su intervención ante los diputados, ha pedido a los partidos unidad para salir del confinamiento y para hacer frente a la crisis social y económica. Ha reivindicado el trabajo de las administraciones públicas, y ha pedido «disculpas por los errores propios» fruto de «la urgencia de los tiempos, la penuria en los recursos, por la excepcionalidad y la ausencia de precedentes de la crisis descomunal».
El líder de la oposición, Pablo Casado, entre otras muchas críticas y reproches al Gobierno, ha asegurado que la «brutal reclusión evita el contagio igual que se evitan accidentes de tráfico». A lo que Sánchez le ha respondido que la prórroga es necesaria para restringir los movimientos en el territorio español y para anular «parcialmente» el de reunión, porque la “legislación ordinaria» resulta «insuficiente» para enfrentarse al virus. A la presión de algunos partidos, como ERC, para que la desescalada se gestione desde las comunidades, Sánchez ha contestado enfatizando que «las comunidades nunca han perdido su corresponsabilidad en el ejercicio de sus competencias, tan sólo se vieron reforzadas» y que «irán recuperando su plena capacidad» y «ganando cada vez más protagonismo».