Javier Quintana
Esta semana tuvo lugar la esperada entrevista entre el presentador de El Hormiguero, Pablo Motos, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El programa de Antena 3 ha sido muy crítico con la gestión del Gobierno en los últimos años, por lo que se presuponía una noche incómoda para el candidato a revalidar la Moncloa. Sin embargo, Sánchez vivió finalmente una charla plácida, defendiéndose a través de su buena oratoria de cada intento de embestida de Motos.
El presidente, que acudió al plató con una pulsera LGTBI, comenzó la entrevista con un tono calmado y amable, al igual que su interlocutor. No obstante, el ambiente se fue caldeando a medida que pasaban los minutos. Al ser cuestionado por la fecha de las elecciones, que tanta crítica de la oposición le ha supuesto, Sánchez indicó que «no tendría mucho sentido haber convocado en septiembre, porque el último día posible para celebrar las elecciones era el 23 de diciembre” además de apuntar que “Feijóo convocó unas elecciones anticipadas en Galicia un mes de julio, en plena pandemia y con la gente confinada». Sánchez defendió su gestión durante todo el coloquio, dando especial importancia a los logros económicos de su gobierno y sin demasiada réplica del entrevistador.
Tuvo también palabras acerca del ministerio de Igualdad, al que una vez más evitó defender explícitamente, apuntando eso sí sus diferencias con la ministra Montero y la secretaria de Estado de Igualdad.
Pero, sin duda, el momento más tenso llegó cuando Sánchez, en tono irónico, indicó que a lo mejor no cuenta “con el voto de alguno” que estaba sentado en esa mesa.