
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
La semana pasada titulaba esta columna con una pregunta sobre la clave del 28-M: «¿Es la economía o es Bildu, estúpido?». La noche del domingo una amplia mayoría de españoles respondió que esa clave estaba en las listas de Bildu, eficazmente agitadas por la derecha, y dejó como estúpidos a quienes creían que la marcha de la economía o las medidas sociales que viene desplegando el Gobierno harían valer finalmente su peso en estas elecciones municipales y autonómicas, entre ellos los estrategas de Moncloa y Ferraz. Apenas unas horas después, el lunes 29 a las 11:15 de la mañana Pedro Sánchez se ha levantado de la lona y ha convocado para sorpresa de ganadores y estúpidos el segundo asalto antes de que le dé tiempo a nadie a tomar aire.
La victoria del PP del 28-M ha pasado, en un abrir y cerrar de ojos, a considerarse etapa concluida. pese a haber sobrepasado, incluso, las expectativas de los populares. El triunfo ha regado todos los territorios, lo que permitió repartir éxito y euforia en el balcón de Génova tanto a Isabel Díaz Ayuso como a Alberto Núñez Feijóo. El gallego, cuyo liderazgo ha caminado con altibajos y siempre a la sombra del brillo de la lideresa madrileña ha podido este 28 de mayo hacerse titular de las conquistas de gobiernos tan emblemáticos como Valencia, Baleares, Extremadura o Aragón. Sánchez no le ha querido dar tiempo a saborearlo con su convocatoria de elecciones anticipadas.

Sánchez no ha querido dar tiempo a Feijóo a saborear su arrolladora victoria del 28-M con su convocatoria de elecciones anticipadas. La jugada es de altísimo riesgo. Seis meses parecía un tiempo imposible para el Gobierno para revertir lo sucedido. ¿Lo serán mejor dos meses?
La jugada es de alto riesgo, como las que tanto gustan a Sánchez. Su conocido ‘Manual de resistencia’ empieza a quedarse corto para seguir su trayectoria política y podría reeditarse en ‘Manual de resurrección’ si el próximo julio consigue impedir que la ola del PP de Feijóo llegue a La Moncloa.
La osadía del adelanto electoral pretende presentar a Sánchez y al PSOE como el único capaz de aglutinar esa izquierda dividida, diluida y derrotada del pasado domingo. Yolanda Díaz ha recogido el guante rápidamente y antes de una hora ya declaraba públicamente «Asumo el reto». Es de suponer que el resto de socios hagan lo mismo. Está por ver en qué términos y cuánto pesará la dura lección del 28-M en las aceleradas negociaciones que han de ponerse en marcha para configurar el espacio electoral a la izquierda del PSOE.
800.000 han sido los votos que ha sacado de diferencia el PP al PSOE en las municipales de este pasado domingo. Sánchez ha asumido que él es el culpable. Seis meses, hasta diciembre, cuando estaban previstas las elecciones generales, parecía poco tiempo para el Gobierno para revertir lo sucedido. ¿Lo serán dos meses?
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid