Siete Días / Claudia Arias.
El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha realizado una visita sorpresa y exprés esta semana a Barcelona tras los disturbios provocados por el rechazo a la sentencia del procés.
Sánchez visitó a los policías que se encuentran ingresados en los hospitales para ofrecerles apoyo y gratitud por su actuación ante los disturbios causados por los independentistas. En la puerta del hospital de Sant Pau fue recibido con abucheos por parte de un grupo de trabajadores que pedían la libertad de los presos políticos.
El líder socialista no hizo ninguna declaración a los medios durante su estancia ni tampoco se reunió con el president de la Generalitat, Quim Torra, ya que hasta que “no condene la violencia” no hablará con él; sin embargo sí que habló con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
También el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha visitado esta semana la Ciudad Condal. Al igual que Pedro Sánchez, Casado se ha desplazado hasta allí para interesarse por los policías heridos tras los altercados. Aunque no le han permitido acceder a la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, ni siquiera saludar a los policías que se encontraban en el exterior, según es norma general para los partidos políticos. El PP asegura que esas órdenes provienen de la Delegación del Gobierno en Cataluña cuando en un principio sí les dieron “permiso” para entrar.