¡Vaya Gente! / Mara del Prado
Quince años han pasado ya del nacimiento de Leonor. Quince años en los que la monarquía ya no es la que era, en los que la figura del rey está siendo más cuestionada que nunca y donde el trabajo fijo para toda la vida ha dejado de ser para la heredera una certeza absoluta.
Pero por partes. La primogénita de Felipe VI cumple quince años el 31 de octubre y eso hay que celebrarlo. Como una niña normal y como una princesa. Los quince años marcan el salto de la infancia a la adolescencia. En su caso, una adolescencia responsable que apunta a la que será una edad adulta que nada tendrá que ver con la de sus hoy compañeras y compañeros de clase.
Hola ha hecho un recorrido por sus desafíos más inmediatos. Para empezar, los educativos; alumna de cuarto de la ESO, ha elegido la rama de Ciencias, con asignaturas como Física, Química, Biología y Geología. El próximo año, “empezará bachillerato y habría decidido cursar la rama de Humanidades y Ciencias Sociales”.
Pero será este viernes, 16 de octubre, cuando llegue el momento más esperado: su intervención en los Premios Princesa de Asturias. Será su segundo año en la ceremonia de entrega de los galardones pero, en esta ocasión, no habrá invitados y se esperan una palabras de la heredera a propósito de la pandemia sanitaria que asola al mundo.
En duda está su presentación internacional; su padre “asumió el reto” en Cartagena de Indias (Colombia) a la misma edad, pero la crisis sanitaria podría retrasar su estreno. Igual que su presencia en almuerzos durante visitas oficiales o audiencias en palacio.
Su origen biológico es comparable al de la Princesa Leonor, pero su vida ha estado en las antípodas de la hija del rey español. La justicia belga ha fallado a favor de Delphine Boël, hija de Alberto II de Bélgica fuera del matrimonio, y le ha concedido el título de princesa, el apellido real y la herencia que pueda corresponderle tras el fallecimiento de su padre. También ha habido quien han interpuesto demandas de paternidad contra Juan Carlos I, pero ya se sabe que la Constitución le blindó contra este tipo de inesperados contratiempos.
Qué diferencia con Leonor o con Tamara Falcó, tan feliz con su título de marquesa de Griñón. Lo cuenta en Hola tras solicitar formalmente a Felipe VI el marquesado que le dejó en herencia Carlos Falcó, fallecido el pasado marzo a consecuencia del coronavirus. “No me lo podía creer, pensaba que había escuchado mal. Me pilló totalmente por sorpresa”, rememora sobre la lectura de las últimas voluntades de su padre.
Porque el de Griñón no es el título más importante que el también empresario dejó en herencia a sus hijos, pero sí es el más conocido. Como la hija que tuvo con Isabel Preysler, reina de las revistas del corazón que ve ahora cómo Tamara va abriéndose camino como estrella de la televisión ahora que se ha convertido en colaboradora de El Hormiguero en Antena 3 tras su éxito como ganadora de Masterchef Celebrity en La 1. “Voy a llevar el título con el máximo respeto y, al mismo tiempo, con el deseo de hacer un buen trabajo”. Seguro que sí. Ahora ya tiene una prometedora carrera por delante.