José Félix Tezanos, el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ha resultado apabullantemente ‘derrotado’ este 4 de mayo, aunque no se presentara a las elecciones. Sus últimos sondeos mostraban un práctico empate entre el bloque de izquierdas y derechas y apuntaban, incluso, la posibilidad de un triunfo del primero, datos que se dieron de bruces con la realidad de las urnas la noche electoral.
Antes y durante la campaña, además, no perdió ocasión de meterse en charcos. No sólo mantiene vivas polémicas sobre la credibilidad del CIS -en el que ha terminado crispando a sociólogos y politólogos cambiando varias veces la metodología, dificultando enormemente comparar sus datos-, sino que parece no preocuparle dar la impresión de que está liderando un órgano dependiente del PSOE, que hace trabajos de parte. El 1 de mayo, a tres jornadas de la cita electoral madrileña, se ponía el traje de militante socialista para firmar en la revista ‘Temas’ un artículo en el que no sólo se metía con Isabel Díaz Ayuso, subrayando su “escasa entidad intelectual y política”, sino que atacaba a sus votantes señalando que la clave de su éxito está en lo que llama la “tabernidad”, un “amplio sector social que se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares”.
Más le valdría a Tezanos hilar más fino en sus análisis. Las encuestas que está difundiendo el CIS no son para presumir, teniendo en cuenta que suele haber bastante distancia entre las tendencias que apuntan y la realidad, como la última que difundió sobre las elecciones en Madrid. Dejaba abierta la posibilidad de un triunfo de las izquierdas, mientras el resto de sondeos iban en la dirección contraria.