El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se reunía el jueves con su vicepresidente, Pere Aragonès, para transmitirle que el acuerdo entre ERC y el PSOE de establecer una mesa de negociación entre gobiernos para buscar una solución al conflicto en Cataluña «no tiene el visto bueno del Govern ni lo asume como tal», que es “un acuerdo entre partidos”. Así lo han transmitido a los medios desde el entorno del ‘president’, explicando que en la reunión Torra ha defendido que «no se puede negociar nada con el Gobierno español al margen de los acuerdos del Govern».
Las mismas fuentes han añadido que cualquier acuerdo con el Gobierno central debe estar gestionado y validado por la Presidencia del Govern y que las negociaciones deben permitir una votación clara sobre la independencia, y han señalado que «nadie se ha movilizado de forma masiva por un nuevo estatuto ni ninguna mejora del autogobierno que no sea la independencia».
Desde Esquerra se ha subrayado que el encuentro se ha celebrado en un «tono cordial, como siempre», y que ha durado menos de una hora. En la cita, Aragonès le ha pedido al presidente defender juntos la autodeterminación en esta mesa de negociación con el Estado. El vicepresidente habría recordado a Torra que la defensa de la autodeterminación ya consta en el acuerdo que el Govern tomó en octubre como reacción a la sentencia del 1-O.
Por su parte, la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, ha alertado de que las consecuencias del acuerdo ERC-PSOE podrían condicionar un adelanto electoral en Cataluña. «Lo que sería extraño es que haya un socio que quiera dar estabilidad al Gobierno de España y, en cambio, quiera generar inestabilidad en el Govern de Cataluña», ha indicado en una entrevista en Rac1.