Alicia Monteagudo
El Ejecutivo consiguió sacar adelante la sexta y última prórroga con más apoyos que en las anteriores votaciones, gracias al ‘sí’ de PNV y Ciudadanos y las abstenciones de ERC, BNG y EH Bildu. Lo hizo por mayoría absoluta, con 177 síes, 155 noes y 18 abstenciones, por lo que el estado de alarma se alarga hasta el 21 de junio.
Esta última prórroga será diferente a las anteriores, ya que las comunidades autónomas que se encuentren en la Fase 3 pasarán de la cogobernanza a la «gobernanza plena». Los presidentes autonómicos serán los encargados de decidir si mantener o modificar las medidas y de determinar cuándo se debe pasar a la “nueva normalidad”. Esta era una condición necesaria para que el Gobierno contase con el apoyo de ERC y PNV en el Congreso.
Sánchez también anunció que la próxima semana se aprobará un decreto ley que recogerá las medidas sanitarias obligatorias una vez se llegue a la “nueva normalidad” y que habrá que cumplir hasta que haya una vacuna para tratar el Covid-19. Con esto, el Gobierno cumple uno de los compromisos cerrados con Ciudadanos a cambio de su ‘sí’.
En el bloque del ‘no’, con distintos intereses, quedan PP, Vox, JxCAT y CUP. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, que apoyó la investidura, también se opuso a la prórroga porque no está de acuerdo con la financiación recibida en la Comunidad Valenciana. Sánchez defendió que la alarma no ha sido un «capricho», sino un instrumento constitucional cuyo «objetivo» era salvar vidas y contener la propagación del virus.
Aunque esta victoria quedó empañada por la crisis en el Ministerio del Interior debida al cese del coronel Diego Pérez de los Cobos. El presidente, Pedro Sánchez, defendió al ministro Grande-Marlaska de los ataques del PP y Vox. «Está destapando la policía patriótica y por eso le atacan», declaró. Y subrayó que «nunca, nunca, nunca» ha habido ni habrá intromisión del Gobierno en la labor de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Ciudadanos se ha sumado a las peticiones de dimisión del ministro.