J.Q.
El papa emérito, Benedicto XVI, murió el pasado sábado a los 95 años de edad. Su fallecimiento ha tenido lugar tan solo unos días después de que el papa Francisco rogara “una oración especial” por el antiguo pontífice el pasado 28 de diciembre. «Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final», pidió el líder eclesiástico en redes sociales.
Fue elegido papa en 2005, tras la muerte de Juan Pablo II. Pasará a la historia como el primer pontífice que abdicó en más de 600 años. Desde su renuncia, pasó sus últimos años en el convento Matter Ecclesiae, retirado de los focos. Su última declaración pública fue el pasado febrero, cuando pidió perdón a las víctimas de abusos sexuales cometidos por representantes eclesiásticos bajo su responsabilidad. «Una vez más solo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica», destacó Benedicto XVI. Los casos de pederastia, el caso Vatileaks o sus polémicas opiniones acerca de la homosexualidad y el aborto han marcado sus años de mandato.
Benedicto ha recibido su último adiós este jueves durante un funeral en la plaza de San Pedro del Vaticano que ha oficiado su sucesor, el papa Francisco, y donde se han congregado miles de fieles. España ha estado representada por la reina emérita, Doña Sofía, y por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, entre otras autoridades.