
Sin Maldad / José García Abad
Según me soplan mis fuentes monclovitas, Pedro Sánchez se está planteando un ligero adelantamiento electoral de unos meses antes de cuando tocaba convocarlas, probablemente a celebrar a principios de mayo de 2023, en espera de que un resultado aceptable pudiera influir positivamente en las municipales que se celebrarán el 28 de mayo y en las autonómicas que, salvando los adelantos que estamos viendo, y otras que van por libre como Galicia, el País Vasco y Cataluña, (“las históricas”), suelen coincidir con las municipales.

En un país normal, cuando un presidente o primer ministro se encuentra contra las cuerdas suele recurrir, en última instancia, a hacer crisis, o sea, a cargarse a los ministros reclutando caras nuevas. En España, donde proliferan los hiperlíderes, primeros ministros que aquí arrebatan lo de ”presidente” al jefe del Estado –los ministros no cuentan, se diluyen ocultos tras la sombra del Jefe que es quien se arroga en exclusiva el mérito de ganar las elecciones–, lo de cargarse a los ministros no sirve para nada. Así que sólo les queda el recurso de adelantar la apertura de las urnas.
Unas elecciones que son la prueba de fuego para el PSOE, que lleva muchos años perdiendo posiciones en las grandes ciudades, dolorosamente en Madrid y en algunas comunidades, dolorosamente en Andalucía.
Su propósito de completar la legislatura, que podría hacerlo, griten lo que griten, queda así revisado en vista de las circunstancias que le obligan a tomar una decisión fuerte al comprobar que las leyes sociales adoptadas no parecen suficientes para cosechar votos, un fenómeno que tiene anonado al presidente de la resistencia.
En un país normal, cuando un presidente o primer ministro se encuentra contra las cuerdas suele recurrir, en última instancia, a hacer crisis, o sea, a cargarse a los ministros reclutando caras nuevas. En España, donde proliferan los hiperlíderes, primeros ministros que aquí arrebatan lo de ”presidente” al jefe del Estado –los ministros no cuentan, se diluyen ocultos tras la sombra del Jefe que es quien se arroga en exclusiva el mérito de ganar las elecciones–, lo de cargarse a los ministros no sirve para nada. Así que solo les queda el recurso de adelantar la apertura de las urnas.
El Estado ya no es lo que era
Creo que se equivocan quienes pensaban, entre ellos Pedro Sánchez, Gobierno y partido, que la lluvia del maná de los fondos europeos, 140.000 millones de euros, serían un formidable argumento electoral. Quizás no se percataron de que dichos fondos no llegarán hasta mediados o finales de la próxima legislatura como me aseguran las fuentes consultadas en la Comisión Europea, en gobiernos autonómicos y en gabinetes españoles de estudio.
Es la primera vez que Europa ha dicho: primero ponemos el dinero, los 140.000 millones, y luego pensamos para qué. Primero dispara y luego apunta.
Como quizás no se percataron de lo que ha cambiado la estructura de poder territorial en este país en términos descentralizadores. Como sostuvo el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en un coloquio celebrado sin prensa en la Universidad Carlos III de Madrid en el que pude colarme, “el Estado se ha descentralizado hasta tal nivel que ahora apenas tiene aparatos para gastar. Hubo tentación en algunos ministerios, que inicialmente dijeron: “Esto lo gastamos nosotros a través de institutos nacionales y demás” pero al final han tenido que rebobinar dejando que gestionemos los fondos europeos mayormente las comunidades autónomas”.
Me preguntaba yo en esta sección Sin Maldad hace un par de semanas: “¿Concluirá la legislatura?”. Y argumentaba: Pedro Sánchez ha resaltado que ha conseguido «un Gobierno social y ejemplar». Pero tras conseguir a golpe de decreto importantes mejoras sociales, una elevación del salario mínimo del 30% en los tres últimos años; el mantenimiento, hasta ahora, del poder adquisitivo de las pensiones; el Ingreso Mínimo Vital; la eutanasia; una reforma laboral pactada con sindicatos y patronal; reducir sensiblemente el paro aumentando, la fijeza en el empleo, etc., empieza a dar muestras de cierto agotamiento. ¿Un deterioro de su suerte?
La suerte cuenta, pero hay que trabajársela.
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.