
Juantxo López de Uralde
El pasado domingo Moisés Naim se preguntaba en un artículo por qué tanta indolencia frente a la crisis climática: si estamos de acuerdo en que la emergencia a la que nos enfrentamos es tan grave (y los constantes récords al alza de las temperaturas no dejan espacio para la duda), ¿por qué no se actúa con mayor celeridad? Se trata de una pregunta que nos hemos hecho muchas veces. Una posible respuesta es que los gobiernos no tienen las herramientas necesarias para meter el acelerador, quedando la respuesta en manos de empresas con un compromiso tibio con la lucha climática.
Para conseguirlo en España, es necesario configurar un nuevo marco institucional y productivo respaldado por un control democrático. Será un agente esencial a la hora de alcanzar los objetivos planteados en el horizonte verde empujando hacia la transformación del mercado eléctrico.

Necesitamos más herramientas públicas para hacer frente a las muchas cuestiones relevantes vinculadas a la producción energética: el precio de la luz; la grave emergencia climática; y la transición energética
Esta misma semana, la comisaría europea de Energía comparecía en el Congreso de los Diputados para abordar cuestiones relacionadas con la política energética europea, y aprovechó para recordar que ésta, precisamente, se basa en tres ejes: descarbonización, seguridad de suministro y un precio asumible.
Pues bien, para cada uno de estos tres ejes la creación de una empresa pública de energía sería muy positiva.
Desde luego, en España necesitamos más herramientas y, desde luego, más herramientas públicas para hacer frente a las muchas cuestiones relevantes vinculadas a la producción energética: el precio de la luz, que preocupa y mucho y con razón a los ciudadanos; la grave emergencia climática; y la transición energética, que se vería beneficiada de la presencia de un nuevo actor público
Precisamente por ello, desde Unidas Podemos hemos llevado esta semana a debate en el Congreso nuestra propuesta para la creación de la Entidad Pública Empresarial (EPE) que llamamos Producción Energética Española.
Con nuestra propuesta, que fue lamentablemente rechazada por los votos de las derechas sumados a los del Partido Socialista, desde Unidas Podemos planteamos asumir las concesiones (hidroeléctricas) una vez se produzca su extinción, independientemente de la causa que concurra.
Y es que nos basamos en un principio muy básico: que el agua es un bien público. Durante un periodo de tiempo el Estado permite a través de concesiones a las empresas privadas la explotación hidroeléctrica. Según los datos del Observatorio de Sostenibilidad, alrededor del 7% de las concesiones, en términos de volumen embalsado, ya han expirado y, sin embargo, a muchas de las centrales se les ha extendido la concesión de forma automática. Hasta 2030 la previsión es que otro 8% puedan ser recuperadas, y para poder anticipar y planificar estos vencimientos lo que pretendemos es la creación de un registro público en la proposición de ley.
Este verano hemos visto con los casos de Ricobayo y Monfragüe cómo se antepone el interés privado en la gestión de los embalses, generando un grave daño a las gentes y pueblos que viven en las riberas de los embalses.
Actualmente, el mercado eléctrico está dominado por un oligopolio exclusivamente privado, lo que dificulta que se puedan alcanzar los objetivos planteados en el horizonte verde.
En cuanto a sus efectos sobre los ciudadanos, la EPE «se ocupará de implementar una rebaja en la factura de la luz y de garantizar que nadie sufra pobreza energética», para lo cual «trabajará de forma coordinada con las empresas públicas municipales ya creadas o que se puedan crear en el futuro para la comercialización y la gestión de su propia energía».
Lo que proponemos es que un bien público (el agua) sea gestionado desde lo público. Puro sentido común. Es una lástima que no haya salido adelante. Ya sabíamos que no contábamos con los apoyos de las derechas, porque nunca van a empujar en favor de los derechos de la ciudadanía ni en favor de la lucha contra la crisis climática. Sin embargo, lo que es más penoso es que desde el PSOE se haya caído en el tacticismo de no actuar ahora bajo el argumento vacío de la no obtención de un resultado en el corto plazo. Lamentablemente, nos quedamos sin tiempo, y si no nos movemos ahora, nunca veremos resultados. Pero lo vamos a seguir intentando porque nuestro país puede y debe tener una empresa pública que contribuya a bajar el precio de la luz y a avanzar en el horizonte verde.
Juantxo López de Uralde (Donosti, 1963), diputado de Unidas Podemos, ha dedicado toda su vida a la defensa de la Naturaleza y al activismo ecologista. Ha navegado en los barcos de Greenpeace (organización de la que fue director entre 2001 y 2010) y ha participado en sus campañas más conocidas. En 2010 fundó el partido político EQUO, del que fue su coportavoz. En las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, salió elegido diputado por la provincia de Araba. Tras la repetición electoral del 26 de junio de 2016, y nuevamente tras las elecciones del 28 de abril de 2019 y en las del 10 de noviembre, sigue desempeñando su trabajo desde el Congreso, como diputado en el Grupo Parlamentario Unidas Podemos.