El de verdad, no el que le organizó a la Familia Real para acabar siendo objeto de mofa y escarnio público a cuenta de los pormenores de la instrucción y juicio del caso Nóos.
Ahora Iñaki Urdangarin, condenado a cinco años y diez meses de cárcel por varios delitos de corrupción, podrá colocar las figuritas del portal en familia, en el hogar, a cientos de kilómetros de la prisión donde ha cumplido ya una cuarta parte de su condena.
Por eso, por haber superado el primer plazo requerido para pernoctar fuera de casa y porque el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid, con el visto bueno de la Fiscalía, ha dado el visto bueno al permiso de cuatro días solicitado por el reo y concedido el pasado día 5 por la Junta de Tratamiento de la prisión de Brieva (Ávila).
Calificado de segundo grado, en el marido de la infanta Cristina “concurren todos los requisitos exigidos, por lo que procede autorizar el permiso con las condiciones que constan en la propuesta”, dice el juez en su resolución.
Eso significa que podrá recibir “permisos de salida de hasta siete días de duración con un máximo de treinta seis días por año” antes de pasar al tercer grado. Y, a efectos prácticos, que podrá pasar la Nochebuena en Vitoria, acompañado de su mujer y sus hijos en casa de su madre, cuenta ABC. Su cuñado el Rey, como al resto de los españoles, lo acompañará desde la pantalla de la televisión. ¿O la tendrán apagada?