V. M.
Ha retirado su apoyo al estado de alarma, ha roto el confinamiento presentándose en un Congreso sin actividad y su campaña en redes no entiende de verdades ni desmentidos. Vox se ha puesto la pandemia por montera y, ante en endurecimiento de la estrategia de oposición del PP, ha redoblado esfuerzos para diferenciarse en una escalada de ataques al Gobierno. Y claro, en unos nuevos ‘Pactos de La Moncloa’ ni están ni se les espera.
Sin actividad parlamentaria, con un mando único en Moncloa y en medio de medidas excepcionales que conceden al Gobierno el control de la agenda política, la oposición está evolucionando hacia posiciones distintas de las que en origen recibieron el decreto del estado de alarma.
Mientras Ciudadanos apenas ha experimentado cambios más allá de pedir plenos telemáticos y manifestar su disconformidad con ciertas medidas al tiempo que planteaba posibles soluciones y pedía un pacto entre todas las fuerzas políticas, el PP y Vox han ido endureciendo su discurso llegando a converger por momentos, un problema para la formación de ultraderecha que está marcando perfil propio subida a lomos de la crispación.
Santiago Abascal no cogió el teléfono a Pedro Sánchez cuando le llamó para anunciarle una nueva prórroga del estado de alarma. No sólo no lo hizo sino que Vox lo anunció en un comunicado donde pide la dimisión del presidente y acusa al Gobierno de amenazar “la salud, la vida y el bienestar económico”. De hecho, asegura que sus miembros son “responsables” de los más de 11.000 fallecimientos que, hasta la fecha, había provocado la Covid-19.
Falsedad y manipulación
Unos días después, la formación difundía en Twitter una fotografía manipulada de la Gran Vía madrileña repleta de ataúdes acompañada de un texto donde sostiene que la imagen “retrata perfectamente el dolor de esta tragedia que el Gobierno y sus satélites mediáticos pretenden ocultar”.
El tuit ha obtenido la difusión y polémica buscadas por la formación que esta semana ha estado de suerte; ha podido presumir de ignorar al presidente del Gobierno, ha sacado la cabeza en medio de una oleada de noticias falsas que saturan las redes sociales y ha desafiando a las autoridades sanitarias saltándose el confinamiento para acudir a un Congreso sin actividad.
Vox ha decidido dejar de apoyar el estado de alarma por vez primera y amenaza con acciones legales contra el Gobierno
Desde la formación de ultraderecha han atribuido la presencia de 16 de sus 52 diputados en sus despachos desde el pasado lunes a su exigencia de retomar el control parlamentario al Ejecutivo. Según Abascal, los miembros de su grupo irán recuperando su trabajo presencial pertrechados con mascarillas y guantes y respetando la distancia de seguridad y el partido ha exigido a la Cámara los medios técnicos necesarios para poder ofrecer ruedas de prensa.
Pero no lo harán para apoyar, como hasta ahora, la prórroga del estado de alarma, una posibilidad que sólo contemplan si se forma un Gobierno de emergencia nacional que cumpla sus propios criterios frente a las crisis sanitaria y económica tras la dimisión del Ejecutivo, al que amenaza con llevar al Tribunal Supremo porque, dicen, cambiaron las condiciones del decreto 48 horas después de ser aprobado. Es más, según su portavoz, Jorge Buxudé, van a iniciar acciones legales contra todas aquellas personas que hayan participado en la gestión de la crisis sanitaria por si hubieran incurrido en “dejación de responsabilidades, imprudencia grave o, en su caso, delitos dolosos”.
Graves acusaciones
Para reforzar sus acusaciones al Gobierno, Vox registraba el pasado martes una batería de preguntas al Ejecutivo sobre las fuentes oficiales empleadas para la elaboración de estadísticas del número de fallecidos en España por coronavirus atribuyendo una diferencia de más de 800 entre los registrados en Castilla-La Mancha y los contabilizados por el Tribunal Superior de Justicia de la región. Esto es, la formación de ultraderecha acusa al Gobierno de mentir sobre los muertos por Covid-19, la consecuencia más grave de la pandemia y que más sensibilidad causa entre la población.
Los nuevos pactos de La Moncloa se alcanzarán “al margen de los que no quieren la democracia en este país”. En medio de este panorama y después del desdén telefónico de Abascal, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, contestaba así en rueda de prensa telemática preguntado por la posibilidad de contar con Vox en un acuerdo entre las fuerzas políticas y sociales.
Al día siguiente suavizaba sus palabras asegurando que les corresponde a ellos” decidir si quieren estar o no aunque “han tomado alguna decisión de quedarse al margen”. Esto es, para ser historia en vez de hacer Historia.