El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena anunció, unas horas más tarde de la sentencia del ‘procés’, que quedaba reactivada la orden internacional y europea de detención contra el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acusado por sedición y malversación de caudales públicos.
La anterior orden fue retirada en 2018 después de que Alemania se negase a entregar al exlíder de la Generalitat por rebelión. Desde entonces sólo existía una orden nacional de detención, por lo que solo podría ser arrestado en España.
La Fiscalía de Bruselas ya ha recibido la euroorden pero se niega a tramitarla hasta que esta no esté en alguno de los idiomas hablados en Bélgica o al menos en inglés como indica el Manual Europeo para la Emisión y Ejecución de Órdenes de Detención Europeas de la Comisión Europea. La justicia española afirma que proporcionará la traducción en el transcurso de la semana que viene.