L.H.
El presidente de España, Pedro Sánchez, ha viajado a Kiev el jueves de esta semana para mostrar su apoyo a Ucrania en la víspera del aniversario de la guerra con Rusia, iniciada el 24 de febrero del año pasado. En su agenda política, Sánchez incluye una reunión con Vlodimir Zelenski, el presidente ucraniano, un visita a la ciudad de Bucha, donde se produjo la masacre de civiles al comienzo de la guerra, una ofrenda floral en honor a los caídos en la guerra, un recorrido por el paseo de los Valientes de Kiev y por último, un discurso ante el plenario en el Parlamento de Ucrania
Esta sería la segunda visita de Sánchez a Ucrania, después de la de abril de 2022. Su visita se produce días después de la de Joe Biden, el presidente de EEUU y de Giorgia Meloni, la primera ministra italiana. Además, horas antes de su partida, Sánchez, se reunía con refugiados ucranianos en España. Y a su vez, la ministra de defensa, Margaria Robles, confirmaba el envío de seis carros de combate Leopard a Ucrania, aunque sin asegurar que estén listos antes de primavera, ya que necesitan reparación.
La visita ha despertado algunas críticas por parte de Unidas Podemos, por considerar que el envío de armamento contribuye a alargar el conflicto y a aumentar la escalada bélica. Ione Belarra, la secretaria general de Podemos ha pedido que el gobierno socialista asuma su error y reconsidere su posición en la guerra de Ucrania. Además considera que España debería dejar de hacer “seguidismo” a Estados Unidos y centrarse en buscar la “paz, diplomacia y negociación”. Por su parte, representantes socialistas han tildado estas ideas de ingenuas y consideran que Ucrania necesita armas para defenderse de Rusia y que no pararía la guerra si España no contribuyese con el envío de armamento.