Javier Quintana
Podemos tiene prisa. La formación morada apremia a Yolanda Díaz para que presente oficialmente su candidatura para las elecciones generales y se empiece a trabajar de cara a una coalición con Sumar. Sus dirigentes no han cesado con sus recados a la vicepresidenta en las últimas semanas, mientras que Díaz sigue su propia hoja de ruta presentando su proyecto por toda España. Los tiempos, de momento y pese a la insistencia de Podemos, los sigue marcando la ministra de Trabajo.
El espacio político a la izquierda del PSOE ha iniciado el 2023 con la incertidumbre con la que cerró el pasado año. Todos los focos siguen apuntando a Yolanda Díaz, de la cual se espera que en las próximas semanas oficialice su candidatura a la presidencia del Gobierno en los próximos comicios generales. Según ABC, la vicepresidenta habría elegido la última semana de este mes o la primera de febrero para llevar a cabo el anuncio. Sin embargo, aún no hay ninguna información oficial al respecto, lo que empieza a impacientar a Unidas Podemos. Ya en los últimos meses las tensiones entre Díaz y los morados han ido in crescendo. Hasta el propio fundador del partido, Pablo Iglesias, recordó en su momento que había sido Unidas Podemos quién la había `catapultado´ al Gobierno, pidiendo respeto para su formación. Estas declaraciones se dieron después de que Díaz protagonizara actos junto a Mónica García o Mónica Oltra, dejando de lado a Ione Belarra.
Muy lejos queda ya marzo de 2021, cuando Iglesias designó a dedo a Díaz como su sucesora y se refirió a ella como una potencial candidata a liderar el país.
La vicepresidenta ha chocado con Podemos en más de una ocasión desde su llegada al cargo. Los envíos de armas a Ucrania o el aumento de presupuesto en Defensa han sido materias donde Díaz ha discrepado con sus socios. La ministra se ha convertido en escudera de Sánchez, quién parece tenerla en alta estima, lo que no siempre ha conjugado con los intereses de Podemos. La polémica más reciente se dio con la rebaja de penas a agresores sexuales, que puso en el foco la ley del `solo sí es sí´ de Montero. Díaz fue una vez más cauta y, al igual que Sánchez, no defendió explícitamente a Irene Montero ante el aluvión de críticas. Este gesto tampoco gustó en la formación morada.
Pero el gran choque se produce en el encaje Podemos-Sumar. Los morados advierten que no van a dejarse absorber por el proyecto de Díaz, y abogan por sellar cuanto antes una coalición de cara a las elecciones.
El PSOE, por su parte, observa inquieto la evolución de este choque político, que podría terminar resultando fatal para sus intereses. Para la izquierda es urgente solucionar esta actual fractura.
“Necesitamos que dé ese paso”
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, remarcaba hace un par de semanas la necesidad de que Díaz aclare si quiere liderar la candidatura de la izquierda en las próximas elecciones. «Creo que ahora mismo es Yolanda quien tiene que decir si quiere ser la candidata de Podemos, del conjunto del espacio, y necesitamos que se dé ese paso para poder construir el espacio conjuntamente, el proyecto político, el para qué, el cómo, el con quién», apuntó la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Podemos, como indica Belarra, necesita “certezas y seguridades”.

La número dos de Podemos, Irene Montero, mostró también este mismo miércoles su deseo de que el proyecto de Sumar por fin tome forma. “Ojalá termine cuanto antes de montar su partido y decida ser la candidata de su partido y también de Podemos y podamos negociar una coalición (…) En este espacio político siempre hemos sido diferentes partidos y formaciones que hemos llegado a acuerdos respetándonos las unas a las otras”, ha expresado la ministra de Igualdad.
En cuanto al fundador de Podemos, Pablo Iglesias, el ex vicepresidente sigue haciendo uso de su altavoz mediático para opinar sobre el devenir de su partido. En este caso, Iglesias ha fantaseado estos días con la posibilidad de que el PSOE convoque elecciones anticipadas, en lo que parece un intento de meter presión a Díaz para que aclare su futuro.
Díaz sigue de `gira´
En medio de toda esta incertidumbre, Yolanda Díaz sigue su propio camino. Tras presentar este jueves las líneas generales de su proyecto una vez finalizado el “proceso de escucha”, en el que han participado 35 técnicos de distintas ramas del conocimiento y que, según cuentan ellos mismos, no han desarrollado un “programa electoral” al uso; este sábado protagonizará un nuevo acto en Barcelona donde la acompañará Ada Colau. Todo ello después de un viaje a Brasil donde llamó la atención su enérgico abrazo a Lula da Silva.
Díaz parece tener la sartén cogida por el mago. Es la política mejor valorada en las encuestas, lo que parece valerle de momento para dictar el futuro de la izquierda a su gusto y forma. En cualquier caso, parece que la cuenta atrás para conocer los detalles de los planes de futuro de la vicepresidenta segunda ya ha comenzado, y se antoja corta.
Díaz mantiene su hoja de ruta y hace oídos sordos a la insistencia de Podemos
Díaz ha hecho oídos sordos a todas las declaraciones que llegan desde las filas moradas. La vicepresidenta segunda se ha limitado a indicar que “cuando haya elecciones, hablaremos”. Ciertas voces apuntan a que Díaz podría esperar al desenlace de las autonómicas y municipales para sellar un acuerdo. Uno de los principales intereses de Podemos para dejar cerrada cuanto antes la alianza es que la vicepresidenta participe activamente en esta campaña electoral. No obstante, Díaz se desmarca y apunta que apoyará “a quién se lo pida”. Unos malos resultados de Podemos en estos comicios podrían dar más impulso aún a Díaz de cara a las generales.
Listas separadas: la peor de las opciones
Pese a que tanto Díaz como la cúpula de Podemos se han mostrado siempre partidarios de un consenso, existe el temor de que las tensiones de los últimos meses dinamiten el posible acuerdo de coalición, culminando así en dos listas separadas. Ambos partidos son conscientes del desastre que podría suponer para el conjunto de la izquierda este paradigma. Aún así no se debería descartar una candidatura de Irene Montero si no se llega a un acuerdo que satisfaga por completo las necesidades de Podemos. Al ser cuestionada por ello, Ione Belarra no quiere ni pensar en esa posibilidad. “No estamos en esa pantalla. Nosotras estamos trabajando para que haya unidad y pensamos que es posible un acuerdo de coalición con Sumar», explicó Belarra.
Por otro lado, Díaz no es el único problema de Podemos estos días. Antes de estas esperadas elecciones generales habrá unas municipales y autonómicas y Podemos, en muchos casos, aún no ha cerrado acuerdos con Izquierda Unida para esos comicios. Los partidos aún se encuentran negociando y, a excepción de Navarra (donde pronto se llegó a un acuerdo) las discusiones no están siendo sencillas. Hace unas escasas semanas se llegó a un preacuerdo en Madrid, tras arduas negociaciones, pero en Cantabria, La Rioja, Cataluña, Castilla y León o Galicia los acuerdos aún no están cerrados. En territorios como Aragón, Murcia, Canarias o Castilla- La Mancha el pacto está, de momento, muy lejano.