Javier Quintana
Después del `sí, quiero´ in extremis de los morados parecía que las aguas en Sumar se calmarían. Sin embargo, las ayudas universales contenidas en su programa que ha ido desgranando Yolanda Díaz estos últimos días han supuesto, incluso, un cierto enfrentamiento con el PSOE y sus socios. Asimismo, las distintas figuras que han aterrizado en la formación para liderar la campaña han generado un ruido que tampoco ha ayudado a `pacificar´ el espectro político a la izquierda de los socialistas. Díaz, que ya no es la política mejor valorada en las encuestas, deberá emplearse a fondo esta última semana de campaña para evitar la llegada de la derecha a la Moncloa.
Ha pasado un mes desde que Ione Belarra anunciase que, finalmente, el partido morado concurriría a las elecciones generales del próximo 23 de julio en coalición con Sumar. Se cerraba así un capítulo tortuoso para el espectro político a la izquierda del PSOE, que vivió semanas de gran tensión a causa del conflicto entre ambas formaciones. No obstante, la paz duró poco para la recién conformada plataforma política. Sumar ha vuelto a ser protagonista en las últimas semanas.
Tras su gresca con Podemos, varios nombramientos polémicos y, sobre todo, un programa que ha levantado ampollas incluso entre los integrantes de la formación ha provocado que, a día de hoy, Yolanda Díaz haya dejado de ser la política mejor valorada del país (puesto que ha ostentado en las encuestas en los últimos meses). Sus rifirrafes con el ala socialista tampoco han ayudado a mejorar su situación. La `escudera de Sánchez´, que en los últimos meses se ha mantenido a la vera del presidente en cada choque con Podemos, ha sido blanco de la crítica socialista estos últimos días por algunas de sus propuestas económicas.
Si bien Díaz ha tratado de superar la contienda en la izquierda centrando su discurso en políticas concretas, parece que el efecto ha terminado siendo justo el contrario.
La universalización de las ayudas, punto más conflictivo de su programa
El concepto `universal´ es una constante en las casi 200 páginas de programa de la candidatura de Díaz. Una de las propuestas ligada a este término que el partido ha sacado a la luz ha sido la ayuda de 200 euros por hijo menor a cargo, independientemente del nivel de renta de los padres, que sería percibida hasta que los vástagos cumplieran la mayoría de edad.

Pero si atendemos a las ideas recogidas en el programa electoral de Sumar que su líder ha ido desglosando estos días, la que más reacciones ha suscitado, sin lugar a dudas, ha sido la `herencia universal´ que la formación propone para los jóvenes que cumplan la mayoría de edad. Tal y como ha explicado Díaz, la idea de su formación sería que toda persona que cumpla los dieciocho años, independientemente de su renta, obtenga un cheque por valor de 20.000 euros que el Estado abonará cuando los sujetos alcancen los veintitrés años. Según el portavoz de campaña de la formación, Ernest Urtasun, la medida supondría para las arcas públicas un desembolso de 10.000 millones de euros que sería sufragado a través del impuesto de patrimonio y el de sucesiones. El objetivo es que la juventud invierta esta cantidad en una primera vivienda, en su formación o en emprendimiento. La propia vicepresidenta segunda estimó en una entrevista en Telecinco que casi medio millón de jóvenes se verían beneficiados de la misma este año.
La idea es una medida `light´ de la propuesta que los economistas Thomas Piketty y Anthony Barnes ya hicieron para tratar de poner freno a la desigualdad. En el caso de estos últimos, la inversión por individuo ascendía a los 120.000 euros (aunque se realizaría más tarde, a los 25 años).
Las críticas no tardaron en llegar, y las primeras surgieron de los mismos integrantes de la formación. Podemos, que lleva semanas manteniendo un perfil bajo, apuntó en boca de Rafael Mayoral desde la televisión de Pablo Iglesias que la medida de Díaz les “rompe culturalmente”. El mismo Pablo Iglesias, además, ha indicado que la propuesta “no había sido entendida” por mucha gente de izquierdas.
Tampoco ha gustado a Compromís. Su portavoz en las Cortes Valencianas, Joan Baldoví, ha indicado al respecto que a su partido no le gusta “el café para todos”.
La formación de Díaz defiende que esta universalización es necesaria para superar el bache burocrático que aleja a los más débiles de estas ayudas, pero las explicaciones no han terminado de convencer a casi nadie. Sólo Íñigo Errejón, que ha definido la medida como progresista porque se pagará “a través de las grandes fortunas”, ha apoyado a Díaz.
Más beligerante con los socialistas
Pero, sin duda, el gran choque ha surgido con el PSOE. La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, opinó al respecto que “quien proponga medidas que consistan en dar subvenciones, ayudas, así, sin ningún tipo de restricción ni nivel de renta ni un objetivo concreto, tiene que explicar cómo lo financiaría, porque en los próximos años tenemos que seguir con una política fiscal responsable”. Díaz no dudó en responder a la vicepresidenta primera, y apuntó que la medida ya estaba recogida en el proyecto de prospectiva de cara al 2050 elaborado por el Gobierno. También ha recordado en El programa de Ana Rosa que Calviño no apoyó en un primer momento otras medidas de su ministerio como “el diseño de los ERTE o la subida del SMI”.
Tampoco la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha apoyado la idea. “Soy más partidaria de asegurar el acceso laboral a los jóvenes”, ha subrayado.
Pese a que la vicepresidenta segunda ha seguido insistiendo en su buena relación con el presidente, lo cierto es que estas semanas ha reprobado la campaña del PSOE insistentemente. La ministra, nada más arrancar la precampaña, se lanzó contra el discurso `triunfalista´ del PSOE en materia económica, indicando que “no está bien” decir a la gente que “la economía va bien” cuando los españoles “lo están pasando mal”.
Díaz ya apuntó a los socialistas el primer día de campaña, acusando a los de Sánchez de “abrir la puerta” a retrasar la jubilación a los 70 años. También ha criticado la demora que ha tenido una “insuficiente” ley de Vivienda, además de recordar la decisión socialista de no prorrogar la limitación anticrisis de los precios del alquiler. La propuesta de Calviño sobre un bono de emergencia de 1.000 euros para los hogares más vulnerables también ha sido objeto de crítica de la vicepresidenta segunda.
Díaz ataca el «bipartidismo con alma centralista»
El bipartidismo “con alma centralista” también está protagonizando el discurso de la actual ministra de Trabajo. En sus declaraciones acerca del debate del pasado lunes, Díaz indicó acerca de los contendientes que se trata de dos hombres “que miran al pasado”. “Salid a votar el 23-J para defender vuestros derechos, porque el PP y el PSOE no lo van a hacer”, clamó también el pasado fin de semana durante un mitin en Valencia. Allí Díaz defendió su `papel fundamental´ en la consecución de algunos logros de la legislatura, como la subida del SMI, y se comprometió a modificar el sistema de financiación económica el próximo año.
Pese a estos encontronazos, Sánchez no ha cambiado su hoja de ruta y es discreto a la hora de apelar al `voto útil´. El presidente del Gobierno es consciente de que el buen devenir de Sumar es crucial para prorrogar su estancia en la Moncloa, por lo que tanto él como su equipo han instaurado una estrategia de `no agresión´ con la candidata de Sumar. Esta es la línea a seguir que Sánchez marcó a inicio de mes, cuando en una entrevista a El Periódico de Cataluña indicó que «el entendimiento con Yolanda Díaz va a ser mucho más fácil y que por tanto el gobierno de coalición va a funcionar mejor”, remarcando las diferencias con Podemos de la nueva formación conformada por la vicepresidenta.
La importancia que los socialistas dan a la campaña de Díaz se pudo entrever esta semana cuando, tras semanas sin comparecer después de un Consejo de ministros, el Ejecutivo quiso ponerla otra vez en el foco en la rueda de prensa posterior al celebrado este pasado martes.
Morados en el nuevo equipo
Si bien Podemos se mantiene a la sombra durante esta campaña, los morados no terminan de estar conformes con varios `fichajes´ de Sumar. Pablo Bustinduy, responsable del área internacional; María Eugenia Rodríguez, coordinadora de programa; Nacho Álvarez, portavoz económico; o Alejandra Jacinto, portavoz de Vivienda, son algunas de las incorporaciones al equipo de Díaz más resonantes por su pasado morado. Las conversaciones se llevaron a cabo exclusivamente con los susodichos, que se encargaron de trasladar su decisión a la cúpula morada. Podemos no ha querido reclamar estos perfiles como propios públicamente, manteniendo su línea conciliadora durante esta campaña. Pero tampoco renuncian a ellos: después de anunciarse su nuevo papel en Sumar, Jacinto acompañó a Ione Belarra en un acto sobre vivienda en Pamplona.
En cualquier caso, estos nombramientos eran fundamentales para Sumar. Perfiles como el de Jacinto o Álvarez mantienen la influencia morada en la plataforma y atraen a su electorado. Además, la `amabilidad´ mostrada por ambos con el proyecto de Díaz beneficia la convivencia.
En el caso de Jacinto, su nombramiento podría no haber sentado del todo bien en Más Madrid. Los morados fueron muy críticos con el partido de Mónica García durante la campaña autonómica, llegando a tildarlo de “izquierda cuqui”, por lo que tal vez el partido haya mirado con recelo la llegada de Jacinto a este puesto de responsabilidad.
Elizabeth Duval, polémico fichaje
La reciente llegada de Elizabeth Duval también ha reavivado la polémica en torno a la formación de Díaz. La escritora, que ocupa desde hace unos días el cargo de portavoz de feminismo, igualdad y derechos y libertades LGTBI, ha sido protagonista de numerosas polémicas en los últimos años. Una de las más sonadas se dio con una publicación en redes donde Duval posaba junto a un mural que promulgaba: “Ley Trans= Acabar con el deporte femenino”. El posado despreocupado de Duval en la imagen levantó las críticas por, presuntamente, haber banalizado un tema controvertido y de suma importancia para muchos atletas.

De sobra es conocido, también, su enfrentamiento con Pablo Iglesias. Duval defendió el pasado mes de marzo el proyecto de Díaz e instó al fundador de Podemos a cambiar su postura al respecto. Iglesias no se mantuvo indiferente al comentario, y aprovechó la ocasión para criticar su cometido de tertuliana en el programa de Antonio García Ferreras. Su nombramiento, además, cerró la puerta de Igualdad en Sumar a cualquier integrante morado del Ministerio de Igualdad.
En definitiva, más ruido para una campaña que dista mucho de la tranquilidad que Díaz perseguía al iniciarse esta.
Díaz deja de ser la candidata mejor valorada
Tanto la encuesta NC Report como 40dB han dejado de considerar a Yolanda Díaz como la candidata mejor valorada por los españoles. Tanto una como otra dejan a Díaz por detrás de Sánchez y Feijóo. El último barómetro del CIS, por su parte, la sigue manteniendo en cabeza pero, esta vez, empatada con Sánchez.
Pese a esta circunstancia, lo cierto es que Sumar ha retomado el vuelo en las encuestas. Según el compendio de encuestas elaborado por Electomanía-EM, ninguno de los dos bloques obtendría la mayoría absoluta a día de hoy. PP y Vox se quedarían a un escaño de la misma. PSOE y Sumar, por su parte, sumarían 143 escaños. La coalición de izquierdas habría crecido en porcentaje de voto en las últimas semanas en casi cinco puntos.
La formación de Díaz sumaría 34 diputados, a dos de la ultraderecha. Que Sumar sobrepase al partido de Santiago Abascal sigue siendo imperioso para que la izquierda reedite el gobierno. Los últimos días de campaña se antojan, así, importantes para cumplir este objetivo.