Javier Quintana
José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en uno de los protagonistas de esta precampaña electoral. El ex líder socialista, desde una posición más libre que la que manejaba en el Ejecutivo, defiende la gestión de Sánchez e, incluso, se atreve a echar un capote a la defenestrada ministra de Igualdad, Irene Montero. Algunas de sus declaraciones, como las del encontronazo con Carlos Herrera acerca del fin de ETA, están marcando la agenda política y mediática estas semanas.
Hace más de una década, tras la victoria del PP en las elecciones generales de 2011, se popularizó una versión del tema Resistiré escrita por El Intermedio. Dentro de su satírica letra, un verso ironizaba con el bombardeo político y mediático que el hasta entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo que soportar durante sus años al frente del Ejecutivo. “A ver qué hacen sin poder echar la culpa de todas las cosas chungas del país a ZP”, cantaba por aquel entonces el equipo de El Intermedio en el prolegómeno de la que sería la primera legislatura de Mariano Rajoy.
La situación de aquel noviembre de 2011 tiene similitudes con la que está atravesando la política española a día de hoy. España atravesaba una grave crisis económica fruto de la burbuja inmobiliaria, y el acoso y derribo contra el gobierno socialista, por momentos, sobrepasó todos los límites. Especialmente contra su máxima figura, el presidente Zapatero. Ante la coyuntura que se le presentaba, el socialista también optó por adelantar las elecciones generales, que se celebraron cuatro meses antes de lo previsto. En su caso, a diferencia de Sánchez, el líder prefirió dar un paso al lado y dejar su acta de diputado.
El asedio que sufrió Zapatero guarda claramente un parentesco con esta `persecución del sanchismo´ que el actual presidente está viviendo en sus carnes. Tal vez haya sido un acto de empatía lo que haya conducido a Zapatero a defender el papel del gobierno de coalición. Puede, también, que su regreso a la primera plana política sea fruto del deseo de frenar el avance conservador en el país. O una mezcla de ambas motivaciones.
En cualquier caso, el ex presidente del Gobierno ya es una figura clave en el devenir de esta campaña del 23J. Con un Felipe González algo desaparecido en los últimos meses, la influencia de Zapatero en el partido no ha cesado de crecer.
Advierte del peligro del ascenso de la ultraderecha a las instituciones
El ex presidente, libre de ataduras al no ocupar actualmente ningún cargo público, es firme a la hora de expresar su opinión acerca de los principales temas en auge. Uno de ellos es la cuestión de la violencia de género, que vuelve nuevamente al debate político debido al acuerdo entre PP y Vox en Náquera (Valencia), que establece que las concentraciones contra la violencia machista en el municipio pasarán a ser manifestaciones “contra la violencia”.
«Me resulta lamentable ver que estemos discutiendo sobre la violencia de género ahora, 20 años después (…) Qué queremos, ¿volver a aquellas décadas donde ni se hablaba de que había hombres que mataban a las mujeres por afán de dominación, por posesión, por discriminación histórica?», indicó en una entrevista en La noche en 24 horas en la que también afirmó que los derechos de la mujer han sido “el gran cambio histórico de la modernidad”. Según el presentador del programa, Xabier Fortes, sus palabras ya han superado los tres millones de impactos en Twitter.
En esa misma entrevista, el ex presidente acusó al PP de ser “cómplice” del negacionismo de Vox respecto a este tipo de violencia.
Zapatero, a diferencia de Sánchez, defiende el trabajo de Montero y su equipo
Pero no ha sido el único tema en materia de derechos sociales al que se ha querido referir el ex presidente en los últimos días. Los derechos del colectivo LGTBI también han estado muy presentes en sus intervenciones, en medio de la polémica suscitada por ese mismo acuerdo entre populares y Vox previamente nombrado, en el que se decreta la retirada de banderas del colectivo de todos los edificios oficiales de esta localidad y de otros ayuntamientos del país. También esta misma semana la Junta Electoral ordenó retirar la lona que `tiraba a la basura´ el símbolo del colectivo.
El exlíder socialista reivindicó en un acto organizado por el Ministerio de Igualdad la importancia y el simbolismo de la bandera arcoíris. “Esa bandera arcoíris, esos colores, que solo se producen en el universo, que tiene esa infinitud, como el amor, que es infinito”, aseveró el ex presidente.

En ese mismo acto Zapatero tuvo unas palabras para la ministra de Igualdad y el desempeño de su departamento a lo largo de la legislatura que difieren bastante de la posición que Sánchez ha mantenido al respecto en sus últimas entrevistas. Mientras el líder del Ejecutivo remarcaba esta misma semana en El Hormiguero que sus diferencias con la titular de Igualdad son “públicas y notorias”, Zapatero quiso aprovechar su discurso para alabar el trabajo de Montero. «Deseo expresar mi agradecimiento, mi afecto y mi reconocimiento a Irene Montero, por su tarea y por el respeto y afecto que siempre me ha tratado (…) Me gusta este Ministerio”, remarcó el antiguo secretario general socialista.
La defensa de la legislatura con principal consigna
Otro de los principales hilos argumentales que están siguiendo las intervenciones del ex presidente es la defensa a ultranza del trabajo del Gobierno y, más concretamente, de su presidente. En su paso por La Sexta Xplica Zapatero, que ve en Sánchez a un tipo “honesto”, opinó que el sanchismo no es más que “una burbuja totalmente infundada y falsa. «Tenemos un presidente sin tacha, honesto. No ha habido un escándalo en torno a su gobierno, después de lo que arrastramos años atrás», explicó en el programa televisivo. Después de esto pasó a repasar los principales hitos de la legislatura, tales como “la creación económica, la creación de empleo, la reforma laboral o la transición energética”, además de destacar el “extraordinario respeto internacional de la figura del presidente del Gobierno en la Unión Europea”.
Zapatero también salió en defensa de Sánchez en lo que respecta a la polémica del Falcon que, tal y como el ex presidente explica, fue “comprado por Aznar” y ha sido utilizado “por todos los presidentes” que han ocupado el cargo posteriormente.
Respecto al `recorte de libertades´ y el `autoritarismo´ del que tanto se acusa al Ejecutivo, Zapatero también quiso ser claro. Desde su punto de vista, lo que se ha dado en estos últimos cinco años ha sido precisamente lo contrario: un incremento de los derechos sociales. «Ha habido leyes en favor de la igualdad y en todo lo que representa el mercado de trabajo para que la gente sea un poco más libre cada día», explicó.
ETA, Bildu y Cataluña, `patatas calientes´ que ZP no duda en tocar
La política de pactos de Sánchez con EH Bildu ha sido uno de los principales objetos de crítica de la oposición durante toda la legislatura. Zapatero, además de criticar las palabras de Ayuso al respecto (“ETA sigue viva”, ha llegado a decir la presidenta madrileña), ha querido remarcar en los últimos días que el mero hecho de que Bildu esté presente en las instituciones políticas votando y debatiendo ya “es un éxito”. Además, recordó que en la votación de aquella `catastrófica´ reforma laboral que el Ejecutivo sacó adelante el año pasado los populares se alinearon con Bildu en el `no´. El ex líder socialista ironizó con este hecho, haciendo hincapié en lo “democrático” que resulta tener a Bildu en el Congreso cuando resulta beneficioso para los intereses de la bancada de Feijóo. Para ZP, no se puede tener “esa hipocresía”.
Para ZP, la mera presencia de Bildu en las instituciones ya es «un éxito»
También en relación a ETA Zapatero ha tenido estas semanas, probablemente, sus palabras más resonantes. Ocurrió en la COPE, cuando el socialista mantuvo un cuerpo a cuerpo con Carlos Herrera acerca del final de la banda terrorista. “El que acabó con ETA fue mi gobierno”, sentenció enérgicamente ante el periodista.
Ha defendido, asimismo, los indultos a los presos catalanes. Para el ex presidente el procés ha terminado, y ve en el diálogo la única vía para seguir mejorando la convivencia. Difiere, así, de varios barones del partido que no se han mostrado satisfechos con esta práctica, a los que también ha rogado mantenerse “leales” y “creer en la remontada”.
Sobre una hipotética abstención socialista en caso de victoria popular que ayudase a evitar la llegada de Vox al gobierno, el socialista es tajante. “Es un debate un poco falseado, porque vivimos en sistemas parlamentarios y el problema no es solo que se abstenga alguien para que seas presidente, es que al día siguiente necesitas una mayoría parlamentaria para gobernar”, indica.
`Consejero y ángel de la guarda´ de Sánchez
Si bien ha sido ahora cuando su presencia en medios ha aumentado exponencialmente, lo cierto es que Zapatero lleva mucho tiempo volcado con el partido y con el presidente . Aunque en las primarias de 2017 prefiriese a Díaz para el cargo, el ex líder se ha volcado con el secretario general, especialmente, en el último año y medio.
Ha jugado, en primer lugar, un papel de `protector´ en aquellas cuestiones que más discordancias han podido generar tanto en la ciudadanía como en las filas de su propio partido. Así ocurrió, por ejemplo, con el tema de los indultos. Tras conocerse esta decisión de Sánchez, Zapatero declaró que la decisión ayudaría a “a lo que todos los españoles queremos, que es que las cosas estén mejor entre Cataluña y el resto de España”.
Tampoco ha sido ahora la primera vez que ha defendido la relación con Bildu. Ya lo hizo hace meses en una entrevista con García Ferreras donde, incluso, destacó el papel de Arnaldo Otegui en el fin de la banda terrorista ETA.

Ha servido, además, de contrapeso de otra figura socialista influyente que no ha prestado nunca un gran apoyo al trabajo de este gobierno de coalición: Felipe González. Si bien en los últimos meses este otro ex presidente del Gobierno se ha mantenido fuera de la primera plana, González fue muy crítico en su momento con los indultos, entre otras cuestiones.
Más allá de otorgar esta protección al presidente, la influencia de Zapatero y su círculo ha sido fundamental en el devenir del partido y en el camino tomado por el Ejecutivo en los últimos tiempos. Se le considera, por ejemplo, uno de los autores intelectuales del viraje que se ha dado en las relaciones con Argelia, así como una persona crucial en el trato de la crisis con Marruecos.
Su buena relación con Pablo Iglesias, nacida de una cena organizada por José Bono en 2014, ha sido en momentos puntuales fundamental para mantener la convivencia con Podemos a lo largo de la legislatura.
Su círculo tampoco vive ajeno a la realidad del partido. Miguel Barroso, primer secretario de Estado de Comunicación e íntimo del ex presidente, ha manejado la relación de Sánchez con Prisa estos últimos años. Otro de sus allegados, José Miguel Contreras, también influye en las decisiones del grupo mediático: su proyecto LaCoproductora se incorporó hace algo más de un año a Prisa.